España es el tercer país del mundo con mayor prevalencia de demencia. Según afirma el informe 'Health at a Glance' (La Sanidad de un vistazo) de la OCDE, que recoge datos de los años 2009 y 2010, el 6,3% de los españoles de más de 60 años tienen por algún grado de demencia. Por otra parte, y según datos del INE, las demencias y el Alzheimer se situaron respectivamente como la 5ª y 7ª causas de muerte más habituales en España en 2013.
El diseño para la demencia es hoy una condición imprescindible en la construcción de los entornos sanitarios. Un correcto diseño puede maximizar la independencia, fortalecer la identidad de los pacientes y sin duda mejorar su confianza. Además crear un entorno seguro donde los pacientes se muevan de forma sencilla disminuye el impacto de algunos síntomas de la demencia, ayudando a reducir el estrés y evitando resbalones o caídas.
A la hora de llevar a cabo un nuevo proyecto centrarse en unos principios básicos permite mejorar las condiciones de los usuarios:
Para las personas con demencia, la confusión que produce el estrés originado por un entorno desconocido e inseguro significa un riesgo real de sufrir un resbalón o una caida. Asimismo los cambios y deficiencias en la visión pueden convertir una iluminación pobre o un suelo mal elegido en peligros reales.
La seguridad de los pavimentos es imprescindible, tanto en un ambiente doméstico como en un entorno sanitario, pero no siempre es fácil elegir el suelo más adecuado. El pavimento debe tener un valor en la prueba del pendulo (PTV) de ≥36, lo que reduce la probabilidad de caídas por deslizamientos a uno entre un millón. También es importante comprobar que esta resistencia permanece durante toda la vida útil del suelo, como sucede con los suelos de seguridad Altro.
La durabilidad también es importante: hay que tener en cuenta que los suelos normales se deterioran por el uso de sillas de ruedas, bastones y demás ayudas para caminar y elegir un suelo que sea resistente y se mantenga en buenas condiciones durante mucho tiempo.
La falta de una clara diferenciación entre los suelos, paredes, peldaños y puertas de los centros de demencia puede producir inseguridad y provocar caidas.
Si bien la elección del color para poder diferenciar cada elemento es importante, el factor principal que determina la capacidad de una persona para identificar difrentes superficies es la cantidad de luz reflejada por las mismas.
Los valores de reflectancia de la luz (LRV) son la mejor manera de medir el contraste. Cada material tiene un LRV propio, que puede llegar hasta los 100 puntos Para cumplir con los requisitos de seguridad, debe existir al menos una variación de 30 puntos entre superficies adyacentes, como suelos y paredes.
Los organismos sanitarios de cada país desarrollan la normativas acerca de los principios y características que deben reunir la nueva construcción o remodelación de los entornos sociosanitarios y de atención a la demencia.
Desde Altro, hemos establecido una guía de consejos prácticos relacionados con el diseño para la demencia (http://www.altroscandess.com/Diseno-adaptado-a-la-demencia)