A una de las residencias para mayores que la organización de Cáritas tiene en Colonia (Alemania) le gusta experimentar con los avances de la tecnología, como los videojuegos o los altavoces conectados a Internet. Pero es que el centro St. Maternus dispone de un sistema de realidad virtual que permite a sus residentes dar paseos imaginarios por lugares a cientos, miles, de kilómetros.
Como decía don Hilarión en 'La verbena de la Paloma', “las ciencias adelantan, que es una barbaridad”. Así, los residentes del centro St. Maternus pueden dar un paseo por verdes prados o visitar un castillo o disfrutar de un museo con tan solo ponerse los cascos de realidad virtual. Las persona mayor no distinguirá entre el mundo real y el creado digitalmente.
Estimaciones de Kleinemas apuntan que aún no hay suficientes estudios de peso sobre los efectos positivos porque los temas como la realidad virtual y los videojuegos en las residencias de ancianos están aún en los inicios: “En principio, el uso de estos medios electrónicos se evalúa positivamente, ya que puede aumentar las posibilidades de compensar las limitaciones físicas o psíquicas”.
Parece claro que las nuevas ofertas de ocio y culturales se tienen que medir por el hecho de si permiten conservar o incluso mejorar las habilidades personales existentes. En los últimos años se han desarrollado instrumentos interactivos prometedores para entrenar la atención y la movilidad. “Se está descubriendo poco a poco”.