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Usuarios con 'problemáticas sociales' acceden a las residencias de mayores de Toledo

Miércoles 28 de junio de 2017

El Comité de Empresa denuncia que no cumplen la edad mínima exigida y alteran la convivencia de los centros.



El Comité de Empresa de los Servicios Periféricos de Bienestar Social en la provincia de Toledo ha denunciado la inclusión de un nuevo perfil de usuarios en las residencias públicas de mayores de Toledo, Talavera de la Reina y Torrijos con "problemáticas sociales y sin un mínimo de edad y que están alterando la convivencia en estos centros, en algunos de los casos".

Según la presidenta del Comité de Empresa, Encarna Laguna: "No es el perfil que requieren estas residencias, consideramos que ese no es su sitio. No son centros adecuados, son centros abiertos donde se supone que las personas mayores pueden salir y entrar, y están mezclando personas con unas patologías totalmente diferentes, por lo que creemos que las personas mayores no tienen que verse amenazadas ni a ellos es el sitio que les corresponde".

Declaraciones que no han sido entendidas desde la Federación de Asociaciones de Familiares y Enfermos con Enfermedad Mental (FEAFES)-Castilla-La Mancha que han querido aclarar en un comunicado que “las residencias para personas con problemas de salud mental son centros abiertos donde sus usuarios y usuarias pueden entrar y salir con total normalidad, son centros integrados en la Comunidad y que las personas que atienden, siguiendo el modelo comunitario, cuando cumplen la edad determinada pasan a residencias de mayores como cualquier otro ciudadano o ciudadana”.

El origen del problema se encuentra según Luis M. Monforte Pérez, Secretario del Sector Autonómico y Sociosanitario FeSP-UGT CLM en la decisión del anterior Gobierno del PP de no reponer los usuarios/residentes en los centros propios al no poder atenderlos por la acusada falta de personal, por lo que el actual Gobierno se encontró con unas 80 camas vacías en Talavera de la Reina (R.M. "Virgen del Prado") y 60 en Toledo (R.M. "Avenida de Barber").

“La actual Administración decide llenar estas residencias públicas pero desconocemos el criterio que está siguiendo ya que actualmente tenemos usuarios que desde el Comité de Empresa consideramos que no encajan en el perfil que se estaba atendiendo hasta ahora; son unos 4-5 usuarios en Talavera de la Reina, 2 usuarios en Torrijos y 3 en Toledo. Estos pacientes usuarios, según nos manifiestan los trabajadores de los Centros, no encajan en las instalaciones y el tipo de servicio que se presta en las Residencias de Mayores de la JCCM, ya que hablamos de "emergencias sociales", personas relativamente jóvenes y que su problema principal no es la situación de dependencia sino otros problemas como trastornos de conductas (conductas adictivas,...). Remarcar que esta situación interfiere en el funcionamiento diario de los centros, ya que ni estos están adaptados ni los profesionales tienen la formación adecuada, ni los demás usuarios son susceptibles de convivir en el mismo centro”, concluye Monforte.

La consejera pide datos

La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez interrogada en concreto por una de las periodistas asistentes a la visita que realizó el pasado viernes a la Unidad de Trastornos de Conducta de la residencia pública ‘Valdeolivas’ de Bargas (Toledo), sobre la presencia de personas de 40 años con problemas de drogas en estos centros aseguró que: “En principio le puedo decir que personas jóvenes con abusos de substancia en las residencias, me gustaría que me dieran los datos porque ese no es el usuario de personas mayores”. La Consejera añadió que solo cabe una excepción en la admisión de personas jóvenes en las residencias y es cuando una persona mayor que vive en una residencia tenga a su cargo una persona con una discapacidad mental menor de edad, en ese caso “la persona mayor pueda tener como compañía un hijo o hija que pueda tener una discapacidad grave, sino esa persona se quedaría desamparada”.

El Comité de Empresa aseguró también a los medios de comunicación convocados a la rueda de prensa donde se denunciaron estos hechos, que “desde la Consejería de Bienestar Social se está levantando mucho la mano y cargando a los centros con personas que después de la reforma de la ley de psiquiatría en 2010 no tienen cabida ahora en ningún centro después de haber estado integrados en otros centros psiquiátricos, que no ingresan nuevos usuarios”.

Y proponen que sean atendidos en las Unidades de Trastorno de Conducta, como la ya mencionada de Bargas, u otros recursos que existen en otras CCAA como Extremadura, las llamadas mini-residencias o unidades de convivencia en la que un equipo multidisciplinar atiende a estos usuarios con un trato mas personalizado y centrado en las diferentes patologías que pudieran tener.

Sobre esto último FEAFES-Castilla-La Mancha añade en el comunicado que “no sabemos a que se refieren los miembros del comité de empresa cuando hablan de reforma de la ley de psiquiatría del año 2010, no entendemos en base a que normativa, estudio, investigación o conocimiento señalan que las personas con problemas de salud mental deben tratarse en un “centro cerrado”. Las personas mayores con problemas de salud mental, al igual que cualquier otra persona mayor con cualquier patología, son ingresadas en hospitales cuando su enfermedad así lo demanda pero no tienen porque estar ingresadas en un recurso sanitario, ni de corta ni de media estancia, cuando su situación personal de salud no lo requiere”.

Para añadir que “este tipo de declaraciones contribuyen a perpetuar el estigma en torno a la enfermedad mental y nos ponemos a disposición de quien necesite información, formación o cualquier otro tema relacionado con la salud mental”.

Según datos recogidos en la Estrategia en Salud Mental de Castilla-La Mancha 2015/2017 la prevalencia de trastornos mentales en la Región en 2011 fue de 11% en población mayor de 15 años, dato superior a la prevalencia a nivel nacional (9,59%), situándose en el 6º lugar por Comunidades Autónomas. Por sexo, en mujeres fue superior a la de los hombres.

La ansiedad crónica y la depresión crónica se encuentran entre los principales problemas o enfermedades crónicas de salud referidas por los castellano-manchegos: Un 7,82% de la población adulta de Castilla-La Mancha entrevistada en la Encuesta Nacional de Salud (2011- 2012) refirió haber padecido (y diagnosticado por un médico) ansiedad crónica, un 6,89% depresión crónica y un 1,53% otros trastornos mentales.

En este mismo documento se señala que entre los recursos sanitarios que dispone la Región para la atención a personas con trastorno mental mayores de 18 años están: la Unidad de Salud Mental de Adultos (USM), Hospital de Día de Adultos (HDA), la Unidad de Hospitalización Breve de Adultos (UHB), la Unidad de Media Estancia (UME), las Unidades Residenciales y Rehabilitadoras (URR), la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA), la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) y la Unidad de Media Estancia para atención a drogodependientes “El Alba”.

En cuanto a los recursos sociosanitarios son gestionados por la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha (FSCLM), bien de forma directa, o en colaboración con el movimiento asociativo y/o con entidades sin ánimo de lucro de la Región. La Red de Castilla-La Mancha de dispositivos sociales especializados de rehabilitación psicosocial y laboral, y de carácter residencial para la atención de personas con Trastorno Mental Grave está configurada por: 19 Centros de Rehabilitación Psicosocial y Laboral, 30 Viviendas Supervisadas, y 4 Residencias Comunitarias. Su acceso se articula a través de las Unidades de Salud Mental.

El Gobierno de Castilla-la Mancha tiene previsto aprobar en el ultimo semestre de 2017 un nuevo Plan de Salud Mental 2017-2025 donde jugará un papel esencial la atención primaria.

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